La Europa periférica: Rusia y España ante el fenómeno de la modernidad
Resumo
Desde mediados de los ochenta y gracias a una labor de ciudadosa reeducación a gran escala, España es percibida y aparece en el discurso de los medios de comunicación bajo el epíteto de "socio de pleno derecho" e incluso, en no pocas ocasiones, como "interlocutor privilegiado entre la Unión y x", siendo x normalmente algún país de América Latina. Pero más allá de esta imagen de perfecta integración existen huellas que delatan todo lo que queda intencionalmente al margen de esta imagen. Por ejemplo, las vías del tren. Unos pocos centímetros son los responsable de que, en cierto sentido, Europa siga terminando en los Pirineos. Lo más absurdo es que la distancia estándar que separa las vías por donde transcurren los trenes españoles es casi la misma que separa por donde transcurren los trenes que van, por citar su línea más emblemática, de Moscú a Vladivostok. Si el resto del continente se hundiese enel océano y hubiese una contigüidad espacial entre Rusia y España, el transiberiano podría tener perfectamente en Cádiz su término occidental. La investigación que se expone en este libro y los interrogantes que plantea se formularon con el rumor de fondo de ese tren imaginario.